Un trama familiar plagada de contratiempos en la que finalmente triunfa el sentido común.
La convivencia, en ocasiones problemática de los componentes de la familia Braverman, se ve compensada por una sólida unión que acaba venciendo cualquier obstáculo por difícil que sea.
Unos sufridos padres de convivencia complicada, y sus cuatro hijos, cada uno de ellos con caracteres muy distintos y circunstancia muy diferentes en su vida.
El hijo mayor, sensato, felizmente casado, con una hija adolescente y un hijo que sufre Sindrome de Asperger, con importantes problemas de adaptación.
El hijo menor, inmaduro y con miedo al compromiso. Su vida cambia cuando conoce la existencia de su hijo de 6 años. Desempeñar su faceta como padre será su mayor reto.
La Hija Mayor, la rebelde de la familia, no acaba de encontrar su sitio ni profesional ni sentimentalmente. Acaba viviendo en la casa de sus padres con sus dos hijos adolescentes tras un matrimonio fallido con un cantante de rock con problemas de adición al alcohol y las drogas.
La Hija Menor, triunfadora en su vida profesional, brillante abogada, pero indecisa y siempre preocupada por alcanzar también la perfección en su vida personal. Con una hija superdotada y su marido, que siente cierta frustración al haberse visto obligado a quedarse en casa tras haber perdido su trabajo como constructor.
ADEMAS...
Los decorados de esta serie ME ENCANTAN. Las casas de los protagonistas están llenas de rincones con encanto y estilo, adaptados a la forma de ser de los personajes que los habitan. Merece la pena no perder detalle de la trama y del entorno.
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